Proceso

Proceso de Sellado de Tapas por Inducción

El sellado de tapas por inducción es un proceso sin contacto por el cual un disco de aluminio o “sello” es adherido a un envase. Desarrollado hace más de 35 años, el sellado por inducción originalmente pretendía prevenir la fuga de productos químicos en las tapas de las botellas de plástico.

Ahora, es el único proceso que puede ser utilizado con casi cualquier tipo de envase y cierre para el sellado de alimentos, medicinas, bebidas, disolventes y químicos.

Primero, las tapas son suministradas con un sello interno de inducción de lámina de aluminio, listo para ser cargado en la cerradora. El envase es entonces llenado y cerrado mediante el proceso existente, utilizando las tapas pre-revestidas con el sello interno de inducción.

El envase cerrado es entonces transferido a la línea transportadora que pasa por debajo de un cabezal de sellado por inducción Lepel a velocidades de línea de hasta 350 pies por minuto. El campo electromagnético generado por el cabezal de sellado penetra la tapa y la capa de lámina de aluminio mientras el envase pasa por debajo. Cuando el campo penetra la lámina, induce un flujo corriente eléctrica que rápidamente genera calor (temperaturas de 185° - 350° F), el cual que funde la película de sellado por calor del liner. Para prevenir daños al liner, el cabezal de sellado está diseñado para que inductivamente caliente la capa de lámina de la estructura del liner uniformemente.

Después de dejar el campo de inducción, la lámina se enfría y la película de sellado por calor se adhiere al envase, dejando un envase sellado herméticamente. Cuando la tapa es quitada, la lámina de aluminio permanece adherida a la boca del envase. Este sello adherido inductivamente eliminará fugas del producto, evitará manipulaciones, alargará la vida propia y realzará la confianza del cliente.